...me acuerdo cuando nos vimos en el aeropuerto... vestías de azul, verde y blanco. Nos miramos en repetidas veces, como queriendo acercarnos, pues sabíamos que no había existido la oportunidad anterior de saber personalmente quienes éramos, o somos. Intercambiamos miradas... cálidas, curiosas y simpáticas. Nunca volví a verte. Siempre guardo ese momento de las miradas como algo inocente, que a su vez no tuvo un punto de desenlace. Elegí este cuadro, pues veo en esos ojos mis ojos; la mirada es tal cual cuando estoy serio y a la vez buscando algo. Por otro lado soy músico, pianista, compositor, arreglador y cantante de ducha... (aunque creo que de alguna forma la ducha se va a transformar en algo más que eso), y entonces me vi en este cuadro, que lamentablemente desconozco el nombre. Por alguna razón hoy lunes en la madrugada comencé a pensar en ti... y seguí haciéndolo. Te cuento que por la línea artística decidí mudarme de Chile y buscar otros horizontes, en donde he experimentado la plenitud y la integridad como una vivencia, más que un par de conceptos; crecer, aunque nunca hasta decir basta; entender y relacionarme con sonidos distintos. Es como estar acostumbrado al óleo y la trementina, para insertarse en el mundo del pastel y las manos sucias. Bueno, solo quería escribirte y espero que sea el espacio adecuado para hacerlo y que en realidad pueda quedarme tranquilo de que si estoy escribiendo a la persona correcta, y bella por lo demás, que de otra forma, no hubiese sido posible acordarme del intercambio visual aquella vez en el aeropuerto...
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...me acuerdo cuando nos vimos en el aeropuerto... vestías de azul, verde y blanco. Nos miramos en repetidas veces, como queriendo acercarnos, pues sabíamos que no había existido la oportunidad anterior de saber personalmente quienes éramos, o somos. Intercambiamos miradas... cálidas, curiosas y simpáticas. Nunca volví a verte. Siempre guardo ese momento de las miradas como algo inocente, que a su vez no tuvo un punto de desenlace. Elegí este cuadro, pues veo en esos ojos mis ojos; la mirada es tal cual cuando estoy serio y a la vez buscando algo. Por otro lado soy músico, pianista, compositor, arreglador y cantante de ducha... (aunque creo que de alguna forma la ducha se va a transformar en algo más que eso), y entonces me vi en este cuadro, que lamentablemente desconozco el nombre. Por alguna razón hoy lunes en la madrugada comencé a pensar en ti... y seguí haciéndolo. Te cuento que por la línea artística decidí mudarme de Chile y buscar otros horizontes, en donde he experimentado la plenitud y la integridad como una vivencia, más que un par de conceptos; crecer, aunque nunca hasta decir basta; entender y relacionarme con sonidos distintos. Es como estar acostumbrado al óleo y la trementina, para insertarse en el mundo del pastel y las manos sucias.
Bueno, solo quería escribirte y espero que sea el espacio adecuado para hacerlo y que en realidad pueda quedarme tranquilo de que si estoy escribiendo a la persona correcta, y bella por lo demás, que de otra forma, no hubiese sido posible acordarme del intercambio visual aquella vez en el aeropuerto...
Jorge Reygadas.
www.lacoctelera.com/compozzer
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